domingo, 26 de octubre de 2014

Israel orgulloso de su sopa de espinazo de puerco del matadero

Israel Rodríguez con su sopa de espinazo de puerco del matadero. Foto: Javier Volcán. MG,


Cuando Israel Rodríguez escuchó su nombre como ganador del Segundo Concurso de Receta Asuntina brincó y saltó de emoción, abrazó a su esposa y orgulloso se acercó a  recibir el premio que le entregaron las autoridades.
Sopa de espinazo de puerco del matadero fue el plato que lo hizo merecedor del primer lugar del 2do concurso de receta asuntina, evento realizado en La Asunción el domingo 19 de octubre, como parte de la programación de Margarita Gastronómica, organizado por Inturmar y el Instituto Culinario y Turístico del Caribe, el cual  contó con un jurado integrado por Serenella Rosas, Cruz Guerra, Rubén Santiago, Luis Marcano Boadas y Manuel Narváez.
La alegría de Israel era notoria, no sólo por el premio, sino por el orgullo de recibir un reconocimiento por la sopa que le enseñó su padre. Una sopa hecha con el espinazo del cochino que no se vendía en el matadero de La Asunción y que sólo algunas personas lo utilizaban para preparar su plato dominguero. Es una sopa para compartir y según Israel la mejor forma de enseñar la receta es en el patio de una casa, con olla, leña y amigos.
Para Israel es una sopa de fácil preparación, que necesita tiempo y compañía. Según explica, se toma el espinazo y las paticas de cochino y se colocan en una olla a hervir, con bastante orégano, cebollín, ajo y cilantro. Cuando esta carne está blanda se retira de la olla y se reserva. Aparte se monta un sofrito onotado con cebolla, ajo, orégano, cebollín y bastante ají margariteño. Al este sofrito estar tierno se incorpora el cochino sancochado cortado en trozos y se sofríe por algunos minutos. Luego se agrega el agua donde previamente se sancochó el cochino. Al romper a hervor se incorpora chaco, ocumo y auyama, cortados en cubos medianos. Después se agrega arroz y sal al gusto. Cuando el arroz esté suave se coloca por encima quimbombó entero, se apaga y tapa la olla para que se cocinen con el calor interno. Las cantidades de vegetales son proporcionales al cochino y verduras que se tenga.
El resultado es una sopa con gusto de mondongo y sancocho casero. Se sirve caliente y se comparte con muchos amigos porque es bastante rendidora.
Helén Fernández, ganadora del 2do Lugar. Foto: Javier Volcán. Margarita Gastronómica.
Israel fue el ganador, pero junto a él participaron siete asuntinos deseosos de compartir sus recetas familiares, todas ricas y complejas, hechas por manos laboriosas y sin apego, porque durante el evento cada concursante compartió su receta con orgullo y humildad, seguramente a la espera de que los más jóvenes mantengamos vivo ese tesoro.
Coromoto Marcano y su hija. Ganadora de la Mención especial. Foto: Javier Volcán. Margarita Gastronómica.
Gracias a ellos algún día podré preparar la Crema de Raya de Helen Fernández, el quesillo de piña de Coromoto Marcano, la hallaca de cerdo de Indira Navarro, la Chanfaina asuntina de Militza Rodríguez, el asopado de guacuco de Gisela Caraballo y la Tunja colonial de Carmen de Plaza. Riquezas margariteñas que dan cuenta de historia, de creatividad, de despensa local y sobre todo de orgullo por lo que somos. Definitivamente, ¡gracias!

Cuentos de las recetas:
Comparto dos de las recetas concursantes, como me las explicaron sus cocineras
Crema de raya de Helen Fernández:
Sancochas la raya con ají dulce, cebolla y ajo. La retiras de la olla cuando esté cocida y la dejas enfriar. Retiras la carne de la raya, separando la parte blanca de la gris o negra.
Aparte, preparas una mayonesa casera. Cortas cebolla pequeñita, ajo y sal, mezclas todo en un bol hasta que resulte una crema homogénea con todo integrado. Es perfecta para comer con casabe.

Quesillo de piña de Coromoto Marcano, aprendido de Felipa Marcano, su madre:
2 panelas de papelón
24 huevos
4 piñas
Agua, cantidad necesaria.

Se prepara un melado con la piña y el papelón. Para ello se licúa la piña, se mezcla con el papelón disuelto y luego se cocina hasta que reduzca a 1/3 de su cantidad.  Cuando esté frío se mezcla con los huevos en la licuadora y se coloca en una quesillera, donde previamente se ha preparado melado con azúcar. Se cocina en baño de maría  por una hora o hasta que al introducir un palillo, éste salga seco. Es una dulzura exquisita!


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